jueves, 28 de enero de 2016

Cuento para el día de la PAZ

El árbol del mundo

Érase una vez un gran árbol en el que vivían muchos animales: bajo las raíces tenía su madriguera el conejo; la ardilla prefería el agujero del tronco; más arriba, en otro agujero algo mayor, vivía el búho; en la corteza, se refugiaban gusanos y hormigas; y en las frondosas ramas, habían construido sus nidos varias parejas de pájaros.

El árbol era feliz y todos sus habitantes se sentían tranquilos. Una mañana llegó un mono. Tenía la cola muy larga y, saltando de rama en rama, se acurrucó en la parte más alta y allí se durmió. Los animales que vivían en el árbol comenzaron a sentirse inquietos.


­- Nunca hemos tenido monos en este  árbol­ decía la ardilla.

­- Se comerá los huevos de nuestros nidos.¡No queremos monos!­ añadieron los pájaros.

­-Con sus uñas, arrancará la corteza y no podremos escondernos­ comentaron las hormigas y los gusanos.

­ -¡Tenemos que echarlo de aquí!­ gritó el conejo.

Solo el búho, que era el más sabio de todos, comentó:
­- El mono no ha molestado a nadie. Este árbol es grande y hay espacios suficiente para todos.

Los demás animales no estaban convencidos y desconfiaban del mono. Ninguno quería hablarle ni sentarse junto a él. El búho, sin embargo, volaba cada noche a lo alto del árbol para escuchar las historias que el mono le comentaba sobre la selva.
Una de esas noches hubo una gran tormenta. Los animales ya estaban metidos en sus agujeros del árbol cuando un rayo descargó sobre él. Las ramas comenzaron a arder.
El conejo se alejó saltando y el búho y los pájaros se marcharon volando, pero los demás animales estaban asustados sin saber cómo escapar de allí. El mono fue a todos los nidos y cogió los huevos de los pájaros con mucho cuidado, animó a la ardilla para que se montase sobre su cabeza y pidió a las hormigas y gusanos que se agarraran a sus pelos. Saltó de rama en rama con ellos encima, hasta que escapó del fuego y salvó a todos. Una vez pasado el susto, buscaron otro árbol en el que hacer sus casas.
Los animales habían comprendido que el mono era un gran amigo y le invitaron a compartir con ellos su nuevo hogar.

G. Espejo

¡ Feliz día de la PAZ !










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